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domingo, julio 29, 2007

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

Parece claro que la percepción humana es imperfecta, de manera que la realidad no se imprime en nuestras mentes en su totalidad y con alta resolución; así pues, necesitamos algunas muletas como los estereotipos. Estos y otros mecanismos pueden producir sesgos cognitivos, esto es, distorsiones en nuestra percepción y comprensión de las cosas. Algunos de estos sesgos afectan a las categorías sociales y a las relaciones intergrupales, condicionando nuestra conducta respecto a nuestros "Otros" sociales. Ello adquiere especial relevancia en las relaciones interculturales y en las derivadas de los procesos migratorios, aunque no se limita a estos aspectos.

Ser conscientes de que existen estos cristales distorsionados no nos hace inmunes a sus embrujos, pero sí que nos permite ser un poco más reflexivos, más críticos con nosotros mismos, más capaces de evitar que nuestra conducta se convierta en discriminatoria. En este afán de reflexión continua sobre las propias actitudes, aunque no soy ni mucho menos un experto en Psicología Social, quisiera resaltar algunos de estos sesgos, tal y como han sido identificados por los psicólogos, por si a alguien más pudieran resultar de utilidad.

  • El sesgo de preferencia endogrupal supone que generalmente percibimos de manera más positiva a los que consideramos miembros de "nuestro" grupo que a los que adscribimos a grupos distintos. De la misma manera, el contenido que atribuimos a las categorías ajenas será habitualmente muy negativo en comparación con el de las categorías que aplicamos a nosotros mismos. Nuestra percepción no suele ser imparcial y habitualmente destaca los rasgos "negativos" de aquellos que consideramos ajenos, omitiendo los datos que se valorarían "positivamente"; así, por ejemplo, un mismo error conduciendo un automovil puede ser valorado de manera distinta si el conductor es varón o mujer.
  • Las correlaciones ilusorias basadas en el estereotipo consisten en la atribución errónea a una persona de una característica que se ha incluido dentro del contenido de una categoría social (lo que a veces afecta incluso a nuestra propia percepción y valoración de los hechos que se presentan ante nuestros ojos). Por ejemplo, un propietario puede ser remiso a alquilar su casa a extranjeros dado que éstos "terminan metiendo en la casa a un montón de gente". Cuando la conducta se basa en este tipo de "generalizaciones", se produce uno de los elementos que caracterizan la discriminación con independencia de que la proposición sea más o menos ajustada en términos probabilísticos.
  • El error fundamental de atribución, en el marco de las relaciones intergrupales implica que tendemos a atribuir la conducta "negativa" de los "Otros" a factores "internos" como disposiciones de personalidad (este "negro" es "agresivo") o la propia pertenencia a la categoría (los disturbios de París se deben a que los participantes eran "musulmanes") antes que a circunstancias contextuales; al mismo tiempo, muchas veces se atribuye la conducta "positiva" (o el "éxito" social) de los "Otros" a factores relativamente "externos", como la "suerte", las "medidas de acción positiva", las circunstancias favorables o simplemente, la consideración de que se trata de un "caso especial". Así, por ejemplo, alguien que no ha hablado jamás con un "musulmán" más allá de las compras en una tienda de 24 horas puede decir que los "musulmanes" son todos unos "fanáticos religiosos"; sin embargo, cuando le hablas de gente de carne y hueso podrá razonar que esos son son "casos especiales", que ciertamente hay "algunos normales", que estos estaban "occidentalizados", que se trataba de gente "de alto nivel cultural", que se comportaban así "porque estaban en España y en minoría" o, simplemente, que sus actitudes no eran sinceras.
  • El efecto de homogeneidad del exogrupo y heterogeneidad del endogrupo consiste en que percibimos a "Ellos" como un bloque relativamente compacto (los "chinos" son prácticamente iguales físicamente; los "sudacas" son esto o aquello; los "gaditanos" somos todos una jartá de graciosos; la "cultura" de los "musulmanes" es más o menos similar en Senegal, Indonesia, Irán, Turquía, Arabia, India, Túnez y los bereberes de Marruecos); en cambio, somos mucho más capaces de percibir las importantísimas diferencias y la enorme diversidad que existe dentro de nuestro propio grupo. Esto, unido a las correlaciones ilusorias lleva a una mayor saliencia de la conducta de la persona que pertenece a la minoría: si un rumano te robó, los rumanos roban. Hay que tener cuidado, porque esta saliencia nos acecha también cuando somos biempensantes y políticamente correctos pero seguimos descargando sobre el miembro de las minorías el duro papel de estandarte simbólico de grupos humanos: "¡Qué desfachatez! ¡Qué mal ejemplo da de los gitanos/extranjeros/homosexuales [...]!, qué va a pensar la gente"; por supuesto, a nadie se le ocurre que los payos/nacionales/heterosexuales [...] tengan que representar a nadie con su conducta, que se valora de manera individual... salvo, por supuesto, que la persona que está enjuiciando pertenezca precisamente a una de las minorías puestas en contraste (evidentemente, todos estos sesgos afectan también a los que pertenecen a grupos minoritarios).

jueves, julio 05, 2007

¡FELIZ NO-CUMPLEAÑOS!

No fue tal día como hoy, sino un 13 de julio del año 2006 cuando me decidí, por fin, a empezar a escupir este blog, comenzando, como está mandado, por el final del universo, con las apocalípticas admoniciones de Ipuwer. Es sabido que los no-cumpleaños son el mejor momento para hacer balance de una etapa; mucho más cuando nos encontramos justo en la entrada número 46, que dista mucho de ser un número redondo y bonito, pero al que por eso mismo hay que hacerle caso de vez en cuando, no vayamos a ser discriminadores.

Mi propósito principal está cumpliéndose: pensar mientras escribo, en la medida de mis posibilidades, porque no conozco otra manera de reflexionar. En estos tiempos interesantes, y en los que están por venir, se va a hacer cada vez más necesario ir construyendo entre todos una serie de argumentos y formas ideológicas que, aún parciales en favor de los migrantes (aunque sin idealizarlos), procuren ser razonables y ponderadas, huyan de ingenuidades y se asomen a la realidad con los mínimos prejuicios posibles. Para combatir el previsible aumento del racismo y la xenofobia en nuestra sociedad y en nosotros mismos, para afrontar los problemas sociales de marginación e integración social del presente y del futuro necesitamos argumentos sólidos, estrategias racionales, análisis sosegados; pero también sensibilidad y empatía: para comprender a los Otros, ciertamente, y para comprender las causas que hacen que la gente normal sin bigotito de Hitler, la buena gente, pueda volverse, nos podamos volver, más o menos xenófobos.

He elegido articular en alto estos pensamientos de manera pública, en una bitácora internáutica, una especie de soliloquio continuio, que quizás algún día alguien se encuentre en una búsqueda casual de google y quizás algún día a alguien pueda servirle para concebir alguna idea más meritoria y útil. Aunque mi contribución es pequeñita y modesta, me alegra saber que otros amigos están también empeñados en este esfuerzo colectivo; algunos incluso han surgido también en el blogoverso antes que yo o hace un ratito. Aunque esta bitácora no avanza con el ímpetu inicial, cuando tenía tantas cosas en el tintero, aún me quedan algunas cosillas que decir, así que seguiremos, lentos pero inseguros, al pie del cañón; cuando se agote el tintero, ya procuraremos dejar un tiempo el terreno en barbecho o ampliar los contenidos (que lo de "tiempos interesantes" vale pa to). Por otra parte, seguiremos intentando que siga habiendo algún artista invitado o autoinvitado de vez en cuando, para no dormirles demasiado con mi voz monocorde y para recuperar el aliento de vez en cuando.

No se ha convertido esto en el lugar de debate que hubiera querido. Tal vez mis machacones tochos intimidan y cansan, dejando al pobre lector sin fuerzas para nada más. En cualquier caso, no se me ocurre otra manera de ser y de hacer blog, así que esto es lo que hay, aunque estan ustedes invitados a participar como les parezca y cuando les parezca. Me alegra saber que alguien me lee de vez en cuando; aunque no tengo índice de visitas, los ocasionales comentarios y las visiones del perfil demuestran que la publicidad agresiva que hago a veces en la güeb tiene sus frutos (seguiremos machacando). Otra gente no sé de dónde ha salido, e incluso cita el blog por ahí, lo que también me alegra mucho, tal vez alguien se haya topado con esta encrucijada en el google buscando marcas de papel de fumar. Son ustedes muy discretos y muy pocos, pero existen, que no es poco; procuraremos que vengan más. Ciertamente yo creo que este engendro, como no podía ser menos, es más de lectura ocasional que de seguimiento grouppie, pero eso tampoco está mal. Sólo siento que haya gente que pueda abandonar la lectura del blog debido a las discontinuidades, es decir, a lo que tardo en publicar una maldita entrada; uno tampoco puede escribir todos los días, las responsabilidades, pero, no nos engañemos, también los vicios y los ocios me lo impiden. Mis disculpas desde aquí a los que me abandonan, aunque no puedan leerlas.

En cualquier caso, si casualmente hay por ahí alguien al otro lado y está un poco harto de que yo dedique este no-cumpleaños a echarme tantas flores de autosatisfacción y derramar felicidad, me encantará escuchar sus críticas, que lo mismo me ayudan a hacer la cosa mejor, dentro de mis limitaciones. Entretanto, feliz no-cumpleaños a todos ustedes (y si hoy cumplan años, vuelvan a la entrada mañana), ojalá que vivan tiempos interesantes, pero de buen rollito.