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domingo, octubre 08, 2006

FRONTERAS DE PAPEL

El mundo era más joven y estaba por hacer. Tendría unos 17 años cuando compuse mi primera canción "de verdad" (y acaso la más lograda). Así pues, hablamos de principios de los años 90, cuando la prensa no hablaba de migraciones un día sí y otro también, los extranjeros eran escasos fuera de las grandes ciudades y los españoles gastábamos un fácil discurso antirracista desde la lejanía. A mí, sin embargo, el tema me quemaba el alma, por razones desconocidas. Sólo había experimentado la sensación de sentirme extranjero por un breve período (y además, en general, feliz) y sin embargo me asaltaba un chispazo especial de empatía cada vez que se hablaba de los "inmigrantes". Esta canción es en parte el fruto, en parte la raíz de esta empatía.

Su música me sigue gustando mucho, aunque se salga mucho de mi estilo habitual, más bluesero y menos jeviorro. Se trata de un rock fuertecito, pero no demasiado, que termina con una cosa instrumental extraña, con la que intentaba emular melodías arabescas sin haberlas escuchado en mi vida. También me gustan mucho los arreglos concretos que utilizamos en esta grabación, efectuada más tarde (en 1999) por el psicoanalítico grupo "Qué diría Freud": yo me dedico a cantar y a tocar la guitarra principal, el Pelu a las guitarras de fondo, Santi al bajo, Juan a la batería. Con las prisas, tuvimos que permitir la supervivencia de unos imperdonables fallos de tiempo que hoy me provocan una especie de nostalgia vergonzosa.

La letra -directa y concisa- está totalmente exenta de valor poético. Hoy me parece un poco ingenua. Ciertamente, he leído, estudiado y aprendido algunas cosas sobre migraciones y sobre discriminación desde aquellos días primigenios, de manera que hoy el análisis me puede parecer más bien simple (por ejemplo, en la exageración del papel del color de la piel, que hoy para mí no es más que una pista que desata la categoría social). Pero de todas maneras, las canciones no están para hacer análisis racionales (para eso hay otros vehículos), sino para construir mitos, despertar emociones, dialogar con las raíces profundas de la realidad. Sucede sin embargo que cuando hice esta canción no había conocido ningún inmigrante real y escribía desde la torre de marfil de la imaginación. Años después, muchos de estos extranjeros han pasado por delante de mi vida, algunos ocasionalmente, otros como amigos de verdad. Me han contado sus historias, sus miedos, sus preocupaciones, sus sueños y el rastro de su presencia se me ha quedado pegado a la piel, haciéndonos formar parte de un mismo solidum humano. El extranjero de la canción me parece idealizado, lejano, heroico. El que percibo ahora tiene debilidades, por eso es una persona, digna de verdadero afecto humano más que de diatribas abstractas.

A pesar de esta inocencia, decía antes que esta canción no es sólo fruto, sino también raíz de mi empatía. Porque ahora, sinceramente, tengo la sensación de que si he leído, estudiado y aprendido algunas cosas sobre el tema, si me he acercado al fuego para que los Otros me cuenten sus historias, ha sido siempre persiguiendo las notas y las palabras de "Fronteras de papel", siguiendo el transcurrir implacable de una melodía y de unos gritos un poco rabiosos. Con toda su mediocridad y su torpeza tengo la impresión de que, viajando por el mundo de las Ideas para rescatar esta canción de la nada, atisbé y palpé por casualidad -y sin mérito- uno de los cimientos de la vida. Que no haya sido capaz de expresarlo para que otros hagan el viaje, es otra cosa. Por si hubiera problemas de última hora, la canción también está aquí.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

MUY BUENA TU BLOG , ME PARECE INTERESANTE , TE HE LINKEADO DESDE MI BLOGS PORQUE LA MULTICULTURALIDAD Y TUS OPINIONES PUEDEN HACER REFLEXIONAR SOBRE EL CHOQUE ENTRE CULTURAS NO ES MÁS QUE UN MIEDO A LO DESCONOCIDO.
tE FELICITO

http://inmigracionunaoportunidad.blogspot.cmo

Al59 dijo...

Antonio: el problema está en el 'tag' de cierre, que falta. Tienes que añadir /embed al final de la cadena.

La canción, de lo más setentil, con ecos de (o analogías con) Medina Azahara en ese final moruno. Bien engrasada y rotunda (me encanta ese solo de bajo que se cuela en uno de los momentos de reposo), y mejor puesta en situación por ese análisis retrospectivo. Enhorabuena.

Antonio Álvarez del Cuvillo dijo...

Muchas gracias a los dos.
Roberto, yo creo que el choque entre culturas incluye el miedo a lo desconocido, pero que también hay otros problemas y retos que afrontar en ello. El concepto de multiculturalidad no me gusta demasiado y explicaré por qué en varias entradas.

Al, me temo que no sé donde está el final de la cadena, dado mi desconocimiento absoluto de html, y lo estoy probando a poner en todas partes (incluyendo al final de todo) sin éxito.

Anónimo dijo...

Mira cómo se suelta el pelo el del Puerto... de cuando lo tenía, claro! ;P

En serio, me ha gustado más de lo que esperaba (y tómatelo en el mejor de los sentios, amigo mio!) ;)))

Nos vemos.
Paco. ;)

Antonio Álvarez del Cuvillo dijo...

¡Eureka! Tras repetidas repeticiones exactas de la misma operación y con algún traspiés por medio, al final la filosofal piedra de Sísifo se ha quedado en lo alto del monte. Copero celestial, póngame una de néctar y ambrosía para Al.

Peluhongkong dijo...

Joder, llego con mas de un anno de retraso, pero llego que, al fin y al cabo, es lo que importa. El Link ya no funciona pero que mas da; me se esa cancion de memoria xq es la cancion que me hubiera gustado escribir, pero no todos tenemos el 'don'. Por lo menos tuve la suerte de poner mi guitarra descompasada en esa grabacion y sobre todo compartir aquellos annos con 'Q diria Freud'. Se que Antonio, Juan y Santi siguen haciendo ruido sin mi.Tb se que me honran tocando alguna de mis letras en publico. Un dia, hace ya mucho, yo queria ser una roncanrol star. No lo consegui, pero saque algo mucho mejor de aquellos tiempos: buenos amigos, buenos ratos y alguna cancion que todavia llevo en mi ipod para destrozarme los oidos de vez en cuando.