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lunes, septiembre 27, 2010

ACONTECIMIENTOS: LA HUELGA. RESUMEN DE BATALLA

Todos mis pacientes y esforzados lectores saben muy bien que no tengo el don de la brevedad. Me gusta trabajar con las palabras, pero me enrollo más que una persiana, perdiéndome en los innumerables matices de la realidad. Me gustaría poder cambiar el mundo con una sola frase, pero probablemente esa frase sería mentira. Dice Chesterton en boca de uno de sus personajes que la verdad tiene que ser forzosamente más extraña que la ficción, porque esta última es creación del espíritu humano y más afín a él. Ejem. Vale, también a veces me enrollo por pura pedantería.

Lo que quería decir es que me hubiera gustado saber redactar un panfleto mágico, un aleph militante que encendiera los corazones de la gente y que llenara nuestras mentes de razonamientos inquebrantables que nos llevaran de la mano a la huelga del próximo miércoles. No sé hacerlo, pero he querido al menos preparar un "resumen de batalla", que sirva de referencia general para los indecisos. Para quienes quieran profundizar un poco más, enlazaré con entradas anteriores de este blogs o de otros blogs amigos.

1. Es totalmente falso que fuera necesaria una reforma laboral para salir de la crisis económica. Es evidente que no ha sido la regulación del trabajo asalariado lo que ha provocado la crisis y no hay una verdadera conexión lógica que relacione estas medidas con la superación de esta situación. Todas estas excusas son mentiras. Y de las gordas.

2. El verdadero motivo de la reforma es la liberalización del despido. Y esto no sólo afecta al esta institución, sino a todo lo demás, porque la regulación del despido es la piedra angular del Derecho del Trabajo, dado que determina el marco de relaciones de poder entre empresario y trabajador. Todo el derecho laboral puede convertirse (aún más) en letra muerta. El resultado de esta flexibilización va a ser una clara degradación de la posición jurídica de los trabajadores.

3. El contexto de la crisis es muy propicio para emprender este tipo de ataques porque ahora es cuando los trabajadores son más débiles. Ahora es cuando nadie se atreve a mover ficha. Ahora es cuando crecen las legiones de desempleados. Ahora es cuando algunos pueden creer que con la reforma lo mismo pueden obtener trabajo. Ahora es cuando puede aprovecharse la ocasión para "hacer limpieza", esperando contratar en el futuro a los hoy desempleados con un régimen jurídico menos protector.

4. El despido se liberaliza en todas sus dimensiones. Se flexibiliza la causa hasta el máximo posible, se subvencionan las indemnizaciones y se reduce el impacto del incumplimiento de los requisitos de forma. Se ha llegado al indignante extremo de subvencionar con cargo a un fondo público las indemnizaciones de los despidos sin causa, a financiar los despidos "por la cara". Es decir, los poderes públicos están colaborando en la comisión de ilícitos. Por otra parte, las medidas que están supuestamente dirigidas a combatir el abuso en la contratación temporal son más simbólicas que otra cosa.

5. Aprovechando la ocasión, se han emprendido muchas otras modificaciones de las normas laborales, algunas de las cuales son también muy discutibles, como la regulación de las modificaciones sustanciales de trabajo o el nuevo régimen del descuelgue salarial.

6. Los cambios que se han incorporado últimamente en el Parlamento mantienen sustancialmente la situación anteriormente descrita, e incluso, lejos de suavizar el impacto para los trabajadores, lo empeoran.

7. Si no quieres ir a la huelga porque no te gustan los sindicatos convocantes, te estás equivocando mucho. Porque, aunque es verdad que los sindicatos pueden salir muy perjudicados de un eventual fracaso, los primeros perjudicados serían los trabajadores como clase. No está bien hacerse daño a uno mismo con tal de perjudicar a otro. Al margen de esto, la respuesta ante los problemas que podamos detectar en los sindicatos tiene que ser su transformación, no su aniquilación.

8. Si no quieres ir a la huelga porque piensas que va a ser inútil, también pienso que te estás equivocando. Esta huelga es importante para nosotros como personas y para los trabajadores como colectivo, con independencia de que tenga más o menos éxito. Es una danza de la guerra. Una ocasión para despertar de nuestro ensueño. Para salir de la "idiotez" de nuestro individualismo, que nos separa de la vida y de nosotros mismos. Si no nos encontramos ahora con nosotros mismos y con los demás, si no rugimos ahora, si no despertamos ahora, si no levantamos la cabeza frente a los abusos, sinceramente no sé cuándo lo vamos a hacer. Siempre dejamos la vida para mañana. Esta huelga debe ser un comienzo. De una nueva etapa en nuestra conciencia como personas y como trabajadores.

*****
Cuando la selección española jugaba -y ganaba- en el mundial, pude atisbar por un momento la belleza y el poder del pueblo unido en torno a algo, aunque realmente fuera en torno a algo bastante trivial. Había una fuerza indescriptible, imparable. Había en general un "buen rollito" muy interesante, unas relaciones más espontáneas y humanas, una pequeña muestra de cómo podrían tratarse las personas. Había una unión que, aún siendo nacional, no era excluyente: vi a los bolivianos en Madrid y a los guiris en Cádiz uniéndose a esa bacanal continua de donde brotaba una comunidad informe a la que no se le exigía pasaporte. La verdad es que tenía (sana) envidia de aquellos que eran capaces de vivir esas pasiones futbolísticas o patrióticas que a mí me dejan indiferente. Sería hermoso que el miércoles, unidos en torno a algo no tan trivial, pudiéramos contemplar y vivir aunque fuera una pequeña fracción de ese gigantesco poder que esconde el Pueblo subordinado y abatido.

*****

Vaya, creo que he vuelto otra vez a alargarme demasiado ;-)

19 comentarios:

cuadernodebitacora dijo...

Creo que es la primera vez que he entendido lo que escribes(culpa de mi incultura general), has sido concreto aunque no lo creas.

haideé dijo...

Para sentir esa pasión hacia la solidaridad, primero uno ha de sentir que es parte de la humanidad, o bien de la sociedad en la que vive. No es así. Uno no se (voy a ser gráfica, lo siento :) ), "empalma" haciendo el bien o siendo honesto, por esto no se siente, ni se sentirá nunca lo mismo, y por lo tanto no se hará lo mismo. Para ser solidario se necesita conciencia, para vitorear a un equipo, o a unos soldados (tú me entiendes, espero) no se requiere de ninguno de esos dos estados de ánimo. Unos estados de ánimo que requieren profundidad y sinceridad.
Uno madura cuando sufre, mientras nos mantengan idiotizados (y ciegos), frustrados si, más entretenidos, muy entretenidos, no maduraremos.
Nos compran constantemente, utilizando nuestros mejores sentimientos, y nos volvemos desconfiados y por ello depresivos y poco convencidos de que podamos hacer algo para cambiar aquello que nos disgusta. ¿Sabemos lo que nos disgusta? ¿Realmente lo sabemos? Está tan enterrado que ni viendo las "barbas de tu vecino afeitar" :) pondrás las tuyas a remojar. ¿Era así? Ya no me acuerdo muy bien del dicho, pero seguro que lo conoces.
En fin que tenemos una gran energía dentro de nosotros para transformar la sociedad, pero nos falta confianza en nosotros mismos; ya se encargan de educarnos así desde bien pequeñitos.
Es posible que necesitemos aún mayor sufrimiento para bajarnos de la soberbia en la que algunos se han subido. Mira sino como se consume. Casi todo se compra, ya no se elabora en casa. Todo es hacernos la vida más fácil, para hacernos más presos. Luego: trabaja para mantener esa vida de comodidad. Ah, pero no quieras cobrar mucho, que entonces se acabaría el negocio... ay, y ya me callo yo también :)
Se ha de despertar de la hipnosis en la que se vive inmerso, salir de la paradoja. Pero pocos aportamos soluciones. Yo estoy en ello, pero como duele tanto no muchos quieren dejar caer la venda.
Hasta otro momento.
Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Y no seria mejor convocar una huelga general por otros medios, vease "internel", para:
a)Llevar a cabo lo que dices.
b)Dar la puñalada a los sindicatos.
Si, ya se que es soñar...
(perdon por no tildar nada).

Antonio Álvarez del Cuvillo dijo...

Gracias, como siempre, por los comentarios.

Anonimo, por discutir un poco,

Yo creo que la huelga como herramienta sigue cumpliendo su función en el ámbito laboral, para presionar al empresario.

Como "huelga general" tiene un efecto seguramente menos importante, pero todavía apreciable. Eso sí, quizás es más simbólico que otra cosa.

Por eso es bueno que vayamos reflexionando sobre nuevos métodos de presión social. Y también articulando cauces organizativos que permitan ejercerlos. Pero eso está en pañales aún.

Así que, a mi juicio, lo suyo es seguir utilizando las herramientas tradicionales, a pesar de sus limitaciones, porque son las que hay, mientras vamos pensando otra cosa, por si acaso es mejor lo nuevo. Habrá que estar atentos a lo que de nuevo sigue surgiendo. Por ejemplo, se empieza a hablar de huelgas de consumo, pero no parece que todavía esté suficientemente organizado.

Anónimo dijo...

Antonio,
Los sindicatos deciden cuando se convoca una huelga general, en representación de los trabajadores y contra las políticas actuales del gobierno.

Me pregunto, yo que soy un parado: Si no es sin ir a la huelga, cómo podemos expresar nuestra disconformidad con la ausencia de actuaciones sindicales ante el aumento del paro, el vaciado de las coberturas sociales a los trabajadores incluso con la finalidad de sanear las contabilidades de los grandes bancos y cajas, entre otras muchas actuaciones de compinches de las peores politicas de ZP.

Andrés Boix Palop dijo...

Simplemente, felicidades por el magnífico post.

Antonio Álvarez del Cuvillo dijo...

Sigo agradeciendo los comentarios y la discusión.

Anónimo,

Yo creo que la cosa pasa por abandonar la perspectiva de la "culpa" (algo que siempre procuramos que tengan otros, sindicatos, empresarios, políticos...) y asumir la perspectiva de la "responsabilidad". Nosotros (y nadie más) somos, personal y colectivamente, responsables de nuestro destino. Ciertamente, nuestro poder para cambiar las cosas es limitado, pero si no nos ponemos en disposición, entonces es nulo. Hay un proceso continuo de conciencia-análisis-organización-acción. Quiero tratar despacio todos estos temas en las entradas más reflexivas de este blog. Ahora los acontecimientos nos absorben.

Una cosa es analizar críticamente la situación y otra cosa es que echemos balones fuera (no digo que lo hagas, sólo propongo la reflexión). Si hemos analizado a los sindicatos y obtenemos resultados críticos, tenemos que encontrar cuál es nuestro espacio de responsabilidad.

La reacción más normal sería implicarnos activamente en los sindicatos (o en su caso, en otra herramienta que consideráramos útil). Si los sindicatos no siempre se corresponden con el ideal de la "clase obrera organizada" es "responsabilidad" de los sindicatos (olvidemos la culpa), pero también es "responsabilidad" de la clase obrera, cada uno a su nivel y a su manera.

A mí en cambio mi camino no me ha llevado a implicarme en los sindicatos, porque he considerado que mi espacio de actuación es el del observador (por ejemplo, contribuyendo a identificar los problemas y sus causas) y que esta posición requiere independencia (que, ojo, no es lo mismo que imparcialidad).

Mucho ánimo en tu propia búsqueda de respuestas. Que, aunque suene a tópico, puede ser más importante que las respuestas mismas.

Anónimo dijo...

Soy otro anónimo, y a lo mejor "me equivoco mucho", seguro, pero ¿qué pasa con las formas? ¿qué pasa con esa politización de los sindicatos tan descarada? ¿Por qué esta huelga llega tan tarde, tan mal organizada? Me da a mí que los sindicatos van con las orejas gachas porque si el PP estuviera gobernando habrían hecho muchísimo más ruido por la misma causa. Y sí, que al final no secundar la huelga va en detrimento del currito, pero ¿a qué juegan los sindicatos, oiga? Es que me cabrea, me enerva el modelo sindical obsoleto y arcaico que tenemos. Yo no secundo la huelga por las formas (y llámeneme Judas, pero he cogido el día libre porque llegar al trabajo me puede costar el día entero y no voy mal de vacaciones este año), por esa indiferencia que muestran cada vez más los sindicatos por el trabajador dando prioridad a intereses de otra índole.

Ilústreme un poco más, porque su entrada es estupenda y este país necesita de una política que suscite interés.

Anónimo dijo...

El derecho a la huelga se ha convertido en el lujo a la huelga de los que tienen trabajo y lo tienen aseguradísimo, resulta imposible hacer huelga estando en el paro y demasiado arriesgado y angustioso secundarla bajo amenaza de despido, por si fuera poco hay gente que no puede permitirse que le descuenten un día de trabajo, aquí en el suburbio estas son las impresiones recogidas a día de hoy... por lo demás; gracias por la excelente argumentación.

Xarpe Serpe dijo...

Hoy voy a ir a la calle. Quiero escuchar y hablar con la gente. Un intercambio de ideas relajado nunca viene mal. Volver a casa con algo aclarado, con una acción que poco a poco nos consignaremos entre nostros. La trasmisión de una idea ...que ella sóla haga temblar al sistema.

Un mes entero, un mes entero comprando fruta, verdura, hortalizas y otros productos de nuestro pequeño horizonte de caminantes. Un mes para recuperar la salud empleando el tiempo libre en compañía de los corazones cercanos, de eso que nos hace libres de verdad. Tiempo para pasar lento junto a la artesanía de querer, de educar, de trabajar la tierra, y cuidar el cuerpo en largas caminatas pausadas. Un mes de verdad, sin televisión, sin publicidad en nuestra mente, sin centros comerciales, tomar la calle y ver una realidad; que somos distintos pero nos preocupan las mismas cosas. Tiempo para darnos la oportunidad de cambio. Tiempo para conversar en paz y paso a paso cubrir nuestra verdaderas necesidades. Felizidad, afecto, alimento y cobijo.

Mañana seré un ciudadano que trasmita concordía, entendimiento y ayuda. Empecemos a saludarnos, que el mundo es de los que se unen. Seamos cooperativos.

Antonio Álvarez del Cuvillo dijo...

Anonimo,

Aquellos que no trabajan o que se sienten tan amenazados que no van a hacer huelga, pueden contribuir, no sólo acudiendo a las manifestaciones correspondientes, sino también ayudando a la paralización de la actividad económica (no comprar, no consumir por un día).

Anónimo dijo...

Y qué pasa con los piquetes "informativos"? No veo ninguna mención al respecto. Me llama poderosamente la atención ese olvido o mejor dicho, ese evitar a hablar sobre ellos, protagonistas lamentables en el día de hoy. Que le parece su actuación "informativa"? Le parece bien la actuación de éstos? la violencia con aquellos que ejercen su derecho a trabajar, sellar las entradas a las escuelas y de numerosas instituciones o empresas, agresiones a los pequeños autónomos, violencia tras violencia, vejaciones, intimidación, tachuelas en los coches, destrozos del inmobiliario público como el de negocios ajenos, boicotear a los turistas, quema y paralización de las vías... extralimitarse en ese derecho de "informar" a terceros. y no han sido cuatro gatos ni tampoco han sido "grupos antisistemas". Pierden toda mínima razón cuando exceden ese derecho. Y eso ha sido en un 99% de los casos.

La gente tiene derecho a trabajar y tiene derecho a no secundar una huelga que llega tarde y mal y con unos propósitos enmascarados bajo unos intereses políticos. La gente que obvia la huelga no es corta de miras, ni ignorante de una situación política y social en España. Tiene sus motivos y sus razones para no apoyar una pseudohuelga que no deja de ser una excusa para que muchos saquen su lado más violento y hagan limpieza de imagen y conciencia ante el poder y los medios.

Que un trabajador no vaya a trabajar POR MIEDO a ser agredido, a que le ocurra algo a él o a su acompañante, a que le insulten, a que le destrozen el coche,... que una huelga dependa de la actuaciones de piquetes "informativos",... lo dice todo, la cultura del todo vale.

Anónimo dijo...

Cito en mensaje aparte escrito por usted:

"Aquellos que no trabajan o que se sienten tan amenazados que no van a hacer huelga, pueden contribuir, no sólo acudiendo a las manifestaciones correspondientes, sino también ayudando a la paralización de la actividad económica (no comprar, no consumir por un día)".

Tampoco comemos. O comemos hoy con servicios mínimos, un pequeño bocadillo y un vaso de agua. No consumimos, no vayamos a comprar una barra de pan o un cartón de leche porque de ello depende que un país salga de su economía sumergida y de una crisis galopante.

Si alguien enferma, no lo llevamos al hospital para apoyar la huelga y al sector sanitario. Si necesitamos sacar dinero del cajero, no lo usamos para no gastar luz y no contribuir con el capitalismo.

No nos conectemos hoy a Internet, si en el 70 no lo había para el gran público y eramos felices pero qué cosas, hoy he visto escenas muy similares a la de los grises. La diferencia es que ahora era a la inversa. Al final va a ser verdad eso que la historia es cíclica.

Antonio Álvarez del Cuvillo dijo...

Una vez más, gracias por discutir.

Anónimo, estoy muy de acuerdo con la labor de los piquetes informativos cuando ésta se limita a informar, intentar convencer, argumentar y si acaso presionar socialmente sin violencia ni intimidación. Algo parecido es lo que hago yo en este blog. En cambio, como creo que quedaba claro de modo implícito no me parecen justificadas las coacciones ni la violencia. En este caso concreto he defendido que tenemos que ir a la huelga para dejar de ser borregos. ¿Cómo me va a parecer bien entonces que la gente siga la huelga por miedo? Esa sería otra forma de ser borregos.

Me consta que en esta jornada ha habido coacciones, que de ningún modo voy a justificar. Ahora bien, usted dice que estas coacciones representan el 99% de la labor de los piquetes informativos. Eso me parece a todas luces excesivo.

Antonio Álvarez del Cuvillo dijo...

Para el siguiente anónimo. Su último comentario me parece pura retórica, pero no sé entiendo bien cuál puede ser su contenido en términos sustanciales. Obviamente, cuando se hace una huelga se prevén servicios mínimos para garantizar los bienes esenciales de la comunidad.

Lo que yo había dicho no tiene nada que ver con esto. Me habían preguntado que cómo podía un parado contribuir a la huelga. Yo he dicho que un parado, como un trabajador, puede contribuir a la paralización de la actividad económica absteniéndose de impulsarla por un día. Esta acción es, por supuesto, voluntaria, como la huelga misma. No es preciso ser un talibán en esto, porque se trata simplemente de la exteriorización de una implicación personal. Así las cosas, no parece que esta decisión sea tan complicada como parece usted mencionar. Yo la he tomado hoy. Simplemente no comer fuera, no tomar nada en bares, no usar el transporte público, no comprar en comercios y ya está, no pagar nada. Nada que no se pueda hacer por un día mucho más si el día ya estaba predeterminado. En cambio, sí que he encendido la luz, he usado la internet, he abierto el grifo y el día de hoy contará como alquiler. Hombre, pues claro. No se trata de fustigarse, simplemente que cada uno decida lo que vea conveniente para implicarse en el día.

Antonio Álvarez del Cuvillo dijo...

Por último, creo que se me había olvidado contestar a un anónimo, que hablaba de las "formas de la huelga", pido disculpas por ello.

-A mí no me parece que esta huelga haya sido mal organizada. No tengo datos que me permitan deducir eso. Si me preguntas por la anterior de funcionarios, es otra cosa.

-No estoy seguro de si ha sido tardía. Probablemente, ha estado bien organizada por ser tardía. No creo que hubiera capacidad organizativa para montar la huelga de manera casi instantánea y luego se colaba en pleno verano, cuando la incidencia iba a ser menor. No sé si la decisión de retrasarla a septiembre es adecuada, la verdad, pero en cualquier caso, más vale tarde que nunca.

-En cuanto a la politización, no la entiendo muy bien. Yo creo que una huelga general tiene que estar politizada. A lo mejor lo que pasa es que tenemos que profundizar en qué es la política y a qué nos lleva esa definición. Lo haremos en entradas sucesivas.

-En último término, creo que la forma de la huelga no es particularmente importante en relación con los argumentos que he expuesto en las entradas. Creo que
quien ha querido bailar la danza de la guerra y empezar a despertar lo ha hecho, con todos los defectos que le podamos poner a la convocatoria.

Anónimo dijo...

En cuanto a la politización de los sindicatos me refería a: ¿No deberían ser más neutrales? ¿No deberían hacer lo que se espera de ellos independientemente del partido gobernante? Esto no es así actualmente por eso digo que el modelo sindical está obsoleto y que cada vez representa menos al trabajador. Y la huelga finalmente, ha hecho poco ruido.

Anónimo dijo...

Interesante debate.

Ayudaría a completar la visión de los indecisos enumerar propuestas concretas sobre qué es lo que hay que hacer para generar empleo y hacer nuestra economía más competitiva y sostenible , sin haber pisoteado los derechos de los trabajadores.

Ante la idea de la gente de "no me siento representado", "no va a servir para nada", "no cabe hacer otra cosa si no queremos que el barco se hunda", "lo impone Europa", está muy bien informar a la gente de a pie, qué se ha hecho con la reforma laboral y prevenir que se toman medidas aprovechando la coyuntura de debilidad de los trabajadores.

Pero la fuerza de los plantemientos está en decir:
- se han tomado estas medidas y explicarlas.
-SE TENDRÍAN QUE HABER TOMADO ESTAS OTRAS MEDIDAS, y explicarlas.

Esto es lo que se está pidiendo en España. No basta con criticar, dadnos las herramientas.

Eso es lo que he echado en falta en este post. Es cierto que hay algunos que nos sentimos especialmente borregos, y no sé si es fomentar el estado borreguil pedir a los críticos, que también se dediquen a abrir nuevos horizontes. ¿Por dónde tira el rebaño, pastor? Por dónde lo han conducido no. Ok, ok...pues por dónde pues????

La gente necesita explicaciones, pero más necesita medidas concretas alternativas que le hagan creer.

Esa es la mejor forma de hacer oposición.

El observador, también puede ser proactivo, y del análisis crítico de la realidad cabe exigirle propuestas de medidas para avanzar, ideas para que salgamos del bache.

En cualquier caso, muy bueno el post. Muy clarito. Con las mismas críticas que se le hace a la oposición de falta de alternativas.

Anónimo dijo...

bien ahi!