Me demandan desde Parapanda, con toda la razón del mundo, los porqués del reciente silencio de este blog. La verdad es que en estos meses se me han juntado muchas cosas y me ha sido difícil encontrar un momento de tranquilidad para escribir aquí y que luego cada vez cuesta más ponerse a ello. Una de las cosas que me han retenido y que han absorbido desde diciembre mis reflexiones sobre la inmigración ha sido el comienzo de la enésima reforma de la Ley de Extranjería, emprendida por el Gobierno con mucha prisa y poco detenimiento. Las organizaciones que participaban en el Foro de Integración Social de los Inmigrantes tuvieron que moverse a toda velocidad para poder analizar el Proyecto y yo estuve echando una manita en todo ese trabajo, así que ya iré contando algunas cosas.
También me habían pedido que escribiera, ahora de manera más personal y menos colectiva, mis impresiones sobre esta reforma desde la perspectiva laboral, lo que también ha tenido que salir en tiempo record. Un momento para la autopublicidad descarada: el artículo en cuestión se llama "La regulación de las migraciones laborales en tiempos de crisis" y sale en el número 2 de "El Cronista del Estado Social y Democrático de Derecho". Aunque mis opiniones ya están ahí escritas en gran parte, desde luego, vamos a ocuparnos por aquí desde otras perspectivas de este proceso de reforma, tanto en su forma como en su contenido.
No me olvido tampoco de la temática ya iniciada de los "grupos étnicos" desde el punto de vista de la división del trabajo social en las sociedades modernas. Ya había empezado a redactar un texto sobre los chinos en España que podré publicar pronto. Tal vez más adelante se me vaya ocurriendo algo acerca de otros grupos de extranjeros.
En resumen, que escribo todo este rollo sólo para decir que sigo aquí (bueno, ahora mismo ejerciendo de extranjero en Francia, pero aquí en la red) y para anunciar que voy a intentar recuperar un poco la actualización del blog. De paso aprovecho para meter con calzador en esta entrada dos cosas. En primer lugar, una recomendación: "Naciones y nacionalismo desde 1780", del inefable Eric Hobsbawm, que acabo de leer y que me ha parecido magnífico. En segundo lugar, una famosa cita que me he encontrado por aquí leyendo sobre inmigración pero que está expuesta en Ellis Island, la historia que se atribuye a un inmigrante italiano: "Vine a América porque me habían dicho que las calles estaban pavimentadas de oro, pero cuando llegué aquí descubrí tres cosas. Primero, que las calles no estaban pavimentadas de oro; segundo, que no estaban pavimentadas en absoluto; tercero, que era yo el que tenía que pavimentarlas".
Hale, volvemos enseguida.
También me habían pedido que escribiera, ahora de manera más personal y menos colectiva, mis impresiones sobre esta reforma desde la perspectiva laboral, lo que también ha tenido que salir en tiempo record. Un momento para la autopublicidad descarada: el artículo en cuestión se llama "La regulación de las migraciones laborales en tiempos de crisis" y sale en el número 2 de "El Cronista del Estado Social y Democrático de Derecho". Aunque mis opiniones ya están ahí escritas en gran parte, desde luego, vamos a ocuparnos por aquí desde otras perspectivas de este proceso de reforma, tanto en su forma como en su contenido.
No me olvido tampoco de la temática ya iniciada de los "grupos étnicos" desde el punto de vista de la división del trabajo social en las sociedades modernas. Ya había empezado a redactar un texto sobre los chinos en España que podré publicar pronto. Tal vez más adelante se me vaya ocurriendo algo acerca de otros grupos de extranjeros.
En resumen, que escribo todo este rollo sólo para decir que sigo aquí (bueno, ahora mismo ejerciendo de extranjero en Francia, pero aquí en la red) y para anunciar que voy a intentar recuperar un poco la actualización del blog. De paso aprovecho para meter con calzador en esta entrada dos cosas. En primer lugar, una recomendación: "Naciones y nacionalismo desde 1780", del inefable Eric Hobsbawm, que acabo de leer y que me ha parecido magnífico. En segundo lugar, una famosa cita que me he encontrado por aquí leyendo sobre inmigración pero que está expuesta en Ellis Island, la historia que se atribuye a un inmigrante italiano: "Vine a América porque me habían dicho que las calles estaban pavimentadas de oro, pero cuando llegué aquí descubrí tres cosas. Primero, que las calles no estaban pavimentadas de oro; segundo, que no estaban pavimentadas en absoluto; tercero, que era yo el que tenía que pavimentarlas".
Hale, volvemos enseguida.
3 comentarios:
Qué bueno que regreses!! En un momento en que está pasando de todo : cupos de persecución de inmigrantes, crisis, muertes en el mar de niños, fuego en el centro de internamiento de Lampedusa , la Junta que llama a la policía para que expulsen a sus menores nada más cumplir la mayoría de edad, una ley de extranjería que da pasos atrás, unos intereses muy turbios en todos lados si hay dinero publico de por medio, muchas mafias, ...En fin, bienvenido de nuevo, porque tu forma de expresar las cosas anima a otra gente a cambiar su forma de pensar. Animo .
Muchas gracias. Sí, son un montón de cosas y algunas más (en el Reino Unido, una huelga aparentemente anti-inmigrantes nos avisa de que pueden acercarse tiempos más xenófobos). Sin duda siempre viviemos tiempos interesantes. Si la opresión tiene dos caras: la explotación y la exclusión, parece que en época de vacas flacas vamos girando más hacia la segunda. Alguna gente se extrañará de que no hable mucho por aquí de la más rabiosa actualidad. No es una regla inamovible, pero sí una preferencia. Por todas partes tenemos actualidad y generalmente a toda prisa y yo creo que mi papel es intentar hacer una reflexión más reposada, que nos vaya sirviendo, si puede ser, para ese mañana que se avecina. Pero cuando la cosa se pone especialmente chunga, no se puede olvidar la denuncia.
Bienvenido de vuelta, Antonio. Se te echaba de menos.
Un abrzo
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